La barra lo felicitaba por fajar a la jermu.

La apología a la violencia de género en las barras



El pasado 8 de febrero en España en un partido de la segunda división entre el Betis y la Ponferradina, los fanáticos del equipo de Sevilla comenzaron a corear un cántico en favor del futbolista Rubén Castro. Hasta ahí todo bien, excepto por el contenido del estribillo que los ultras cantaron en las gradas del estadio Benito Villamarín: â??Rubén Castro alé, Rubén Castro alé, no fue tu culpa, era una puta, lo hiciste bienâ??.




El cántico de los â??supportersâ?? hace alusión a un hecho preocupante y que sucede día a día no sólo en España, sino que en todo el mundo. El jugador mencionado, fue parte de un proceso abierto en su contra en diciembre de 2014, siendo acusado de cuatro delitos de violencia física y uno por amenazas a su ex novia. La Fiscalía solicitó dos años y un mes de cárcel para el delantero, además de la privación de permiso para la tenencia o porte de armas por dos años, más una orden de alejamiento de la víctima por un año y nueve meses.

El hecho ya se repitió en otro partido (contra el Girona) y se agrava con las declaraciones del mismo Rubén Castro que a pesar de que manifestó estar â??en contra de la violencia en todas sus formasâ??, aseguró tras un encuentro de fútbol que â??cada uno es libre de decir lo que quieraâ??. Esta situación ha generado gran controversia no sólo a nivel de las autoridades deportivas, sino que también las políticas, que incluso ya solicitaron al Congreso español hacerse parte y tomar cartas en el asunto.

A raíz de este claro caso de violencia de género, la Comisión Antiviolencia (Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en del deporte), propuso el cierre parcial de la parte sur del estadio Villamarín, rechazando completamente la postura del sector de ultraderecha de la barra del Real Betis.

Este caso aún no está cerrado, y nos deja reflexionando sobre lo presente que aún está el machismo en la sociedad y específicamente en el fútbol, donde tiene un tremendo impacto social y está sumamente impregnado de la violencia de género. No sólo se puede percibir en los â??insultosâ?? que se lanzan entre barras (aquí en Chile: zorras, madres, monjas, etc.), sino que en el día a día a través de las redes sociales cuando se hostiga, molesta y discrimina a una mujer por opinar o ver fútbol, manifestando que es un â??deporte de hombresâ??. La lucha contra el machismo está en todos los frentes, y aunque a veces las mismas mujeres caen en este tipo de violencia, es completamente necesario que este deporte que tanto apasiona a hombres, mujeres, niños, ancianos, etc. sea de una vez por todas desarraigado de la constante apología de violencia que se vive a diario en Chile y en todo el mundo.